“En 2010, la noche antes de que lanzáramos la primera versión de Intagram, mi socio Kevin [Systrom] y yo apostamos acerca del número de gente que descargaría la app en su primer día. Kevin calculó unas 2.500, pero yo -en un momento especialmente optimista- me vine arriba y dije 25.000. Al día siguiente, el realista que hay en mí no podía creer que hubiera dado en el clavo.

Ahora, en nuestro quinto cumpleaños, Instagram tiene 400 millones de usuarios alrededor del mundo que suben 80 millones de fotos y vídeos cada día”.

Quien escribe esto es el cofundador de Instagram, Mike Krieger. Él y Kevin Systrom supieron dar, hace ahora 5 años, con la fórmula del éxito para convertir su proyecto en la red social móvil de referencia a la hora de compartir material gráfico, dejando atontados a competidores como Twitpic, Flickr o Tumblr (e incluso a Vine, desde que hace dos años añadieron la opción de compartir vídeos de 15 segundos).

Instagram = Viralidad

¿Su secreto? Se asienta en esa ‘tormenta perfecta’ nacida de unir un planteamiento enfocado en generar un alto número de interacciones sociales, la popularidad de sus filtros de imagen… y la moda del ‘selfie’. Todo ello convirtió a Instagram en la criatura viral por definición, que en sólo 3 meses alcanzaba ya el millón de usuarios. Después de eso, logró superar los 10 millones en sólo un año, alcanzar los 100 millones año y medio después… y dos años más tarde se sitúa, como ya hemos mencionado, en los 400 millones.

Instagram se alza, además, con el título de la segunda red social más utilizada por los jóvenes: la mayor parte de sus 400 millones de usuarios poseen entre 18 y 35 años. Es decir, justo en la franja del público más atrayente para las grandes marcas (el 70% de las mismas ya usan activamente Instagram en sus estrategias de marketing). De hecho, este año ya ha generado casi 600 millones de dólares en ingresos publicitarios y, según eMarketer, en 2017 podría generar unos 2.810 millones, superando así a Google y Twitter. Otra firma, MoffetNathanson, más optimista, marca como objetivo factible alcanzar los 11.000 millones en 2018.

Entre la conservación y el cambio

El otro cofundador de Instagram, Kevin Systrom, hace su propio análisis de la razón del éxito de su app:

“¿Cómo logramos no arruinarlo todo? [Otras empresas] pierden de vista su misión […] Nosotros fundamos esta compañía porque pensábamos que las fotos y el vídeo, con el tiempo, se convertirían en el medio de comunicación dominante. Y nunca hemos perdido de vista eso. Hay una razón por la que no mostramos mensajes de texto en el feed ni permitimos compartir enlaces: esto no trata de lanzar diatribas, sino de compartir el mundo que te rodea”.

Ni siquiera su sorprendente adquisición por Facebook en 2012 (por nada menos que 1000 millones de dólares) alteró la trayectoria marcada por los responsables de esta red social. Bueno, si exceptuamos el hecho de que, desde septiembre permite subir fotos apaisadas, acabando con casi 5 años de homenaje a las fotos cuadradas de las cámaras Polaroid (especialmente de la Kodak Instamatic de la que tomó originalmente el nombre).