Hasta 15 millones de personas, muchos de ellos clientes de la operadora T-Mobile, una de las más importantes de Estados Unidos, se han visto afectados por una brecha de seguridad que se ha producido en los servidores de Experian, una multinacional de información crediticia con la que trabaja dicha compañía telefónica.
Según recoge Reuters, los responsables de Experian han reconocido que detectaron el acceso no autorizado el 15 de septiembre en uno de sus servidores, que almacenaba la información de 15 millones de personas que habían solicitado los servicios de T-Mobile. La operadora tiene 59 millones de clientes, pero los 15 millones de víctimas de las brechas no tienen por qué figurar ya entre ellos; se trata simplemente de personas que solicitaron sus servicios en algún momento de los dos últimos años. Entre los datos comprometidos, se encuentran nombres, direcciones postales, fechas de nacimiento, números de la Seguridad Social, números de carnet de conducir y de pasaporte. Desde Experian asegura que el fallo de seguridad no ha afectado a datos bancarios.
Tanto el CEO de T-Mobile, John Legere, como muchos clientes de la operadora han manifestado públicamente su enfado a través de la prensa y las redes sociales. En un comunicado, Legere ha señalado que se siente muy enfadado con el incidente y que, después de éste, T-Mobile revisará las condiciones de su relación con Experian. La compañía de información crediticia, por su parte, ha ofrecido como compensación dos años de servicio gratuito a los afectados, pero algunos ya se han apresurado a responder que no quieren los servicios de una compañía que sufre brechas de seguridad. No es la primera a la que se enfrenta: en 2012 una de las subsidiarias que luego compraría experimentó varios accesos no autorizados, que terminaron exponiendo los números de la Seguridad Social de 200 millones de norteamericanos.
Experian ha abierto una investigación, en la que busca que participen las autoridades. El fiscal general del estado de Connecticut, por su parte, ya ha anunciado que emprenderá otra investigación al respecto. Ésta es solo la última de una serie de brechas de seguridad masivas que a lo largo de los últimos años han afectado a algunas de las más importantes compañías estadounidenses de servicios, y con ellas a millones de sus clientes y usuarios. En los últimos dos años la lista no ha hecho sino crecer: la aseguradora médica CareFirst, los almacenes Target, el protocolo de seguridad Open SSL (Heartbleed), la compañía de software e incluso el Departamento de Vehículos Motorizados de California.